Dentro de las relaciones BDSM entra la práctica sadomasoquista, que no es necesaria, pero sí importante y practicada por muchos miembros de la comunidad.
Este tipo de praxis se sustenta en provocar dolor al sumiso, ya sea físico o moral. De este modo, el rol predominante del Dom va a ser sádico y el de su sumiso, masoquista. Previamente a adentrarnos en materia, señalar que, si la SSC es la base del BDSM, en el sadomasoquismo es necesario acatarlo absolutamente. Es decir, tanto el sádico como el masoquista deben ser extremadamente sensatos, poner especial atención a la seguridad y establecer un rígido consenso.
El tipo de práctica que se desarrolla en estas sesiones depende de las fobias y filias de cada uno de los participantes, las cuales deberán estar pactadas previamente a la puesta en escena. No obstante, es posible que el lector de estas líneas no esté muy versado en la recreación de estos escenarios, por lo que se procede a dar una serie de pautas básicas para iniciados o principiantes.
Indicaciones básicas para el masoquista principiante
1. Debes ser extremadamente RESPONSABLE. Parte de la responsabilidad es de tu Dom, pero otra gran parte es tuya. Por ello, debes de elegir un Amo en el que confíes total y plenamente. Sé consciente de que le estás cediendo a alguien tu seguridad, tu integridad y, en definitiva, tu vida. No realices sesiones con rol masoquista con un Dom o con Doms que no conozcas por completo. JAMÁS conciertes una sesión con un Dom o con Doms desconocidos. Esto es una total irresponsabilidad. Por muy excitante que te parezca, una cosa es la fantasía y otra la puesta en práctica de una conducta de alto riesgo. Ojo, si realizas este tipo de prácticas deliberadamente, puede ser un signo de que realizas conductas autodestructivas. Este tipo de comportamientos forma parte de la autoagresión y causa un gran malestar emocional. En este caso, debes identificarlo y acudir a un profesional. Seguramente tengas un problema (y, seguramente también, no sea de carácter sexual, sino de ánimo o ansiedad mal gestionada). El objetivo es sentirse bien, no sentirse mal.
2. Elige a un Dom responsable y que se preocupe por tu seguridad. Debes de estar completamente seguro que la persona a la que te entregas va a salvaguardar tu integridad por encima de todo. Es decir, no elijas a AmoValium, mejor elije a AmoCafeína (tampoco es conveniente elegir a AmoPatoso).
3. No adoptes un rol puramente masoquista en las primeras sesiones con tu Dom. Esto no significa que excluyas el dolor de las sesiones, pero deja espacio para que tu Dom te conozca. Por muy impaciente que seas, no tengas prisas.
4. Establece un consenso rígido con límites elegidos por ti. Por mucho que te atraiga la idea, no adoptes rol de esclavo en las primeras sesiones. Toma parte activa en el consenso y elige una palabra de seguridad fija. Ya habrá tiempo para el meta consenso cuando tengas absoluta confianza en tu Dom.
5. La comunicación con tu Dom debe ser abierta, constante y sincera. Es importante que se establezca un marco de confianza plena, y para ello la comunicación es clave. Recuerda tu rol y efectúa esta comunicación desde el lugar que te corresponde: desde la obediencia, la docilidad y la humildad, en función de la relación establecida con tu Amo. Esta comunicación debe realizarse previamente a la sesión, durante y tras la misma. La relación sadomasoquista requiere especial atención al marco comunicativo.
6. Sé paciente con tu Dom. Debes ser empático. Comprende que manejar a un masoquista requiere un gran esfuerzo físico, atencional y de responsabilidad por parte del Sire. Tu Dom necesita tiempo para conocer tus límites, tu resistencia y entender cómo rindes y funcionas. No lo presiones. Si no estás satisfecho con el rendimiento de tu Dom, trasládale tu malestar con deferencia. JAMÁS le reproches ni le exijas. Asume el papel que has elegido y dirígete a tu Sire con respecto y humildad. Hazle saber que comprendes su comportamiento, pero que tus expectativas no son las esperadas. Si tu Dom te lo permite, puedes proponer, con sumo respeto, alternativas para mejorar la interacción. Si, a pesar de esto, la relación no avanza tal y como deseas, no te enfrentes a tu Dom, déjalo y busca a otro compañero de correrías más digno.
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