Espiritualidad Siniestra

Espiritualidad


Por: Daemon Barzai

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En nuestra realidad posmoderna, la búsqueda de una espiritualidad alternativa a la que es ofrecida por las antiguas creencias dogmáticas religiosas, se encuentra en la agenda de muchas personas. La gente comenzó desde hace unos largos años a sentir un interés por lo oscuro, por lo prohibido, por aquello que social y espiritualmente es repudiado o visto como pecaminoso. Esto sucede por el simple hecho de que el hombre, en algún punto, evoluciona en su forma de pensar, y las religiones clásicas no tienen la respuesta que el hombre de hoy necesita para poder avanzar.

A su vez, vivimos en la era de la información digital, es muy simple acceder al conocimiento prohibido si se sabe dónde buscar, y lo que años atrás era terreno de algunas agrupaciones, en donde el material sobre ciertos asuntos era custodiado por órdenes esotéricas, hoy se encuentra muy fácil en Amazon, blogs y páginas web. Todo esto es maravilloso por un lado, pero por el otro ha provocado un espacio de mucho caos en donde el buscador sincero se puede perder fácilmente. En este ensayo buscaré dar algunas definiciones de lo que entiendo por espiritualidad siniestra, definir sus campos de acción y romper con algunos mitos y desinformación que a mi ver, lo único que hace es producir confusión.

Para comenzar con nuestra tarea es necesario hacer un poco de historia y definir de modo claro que es la espiritualidad siniestra, también conocida como Sendero de la Mano Izquierda. Lo primero a tener en mente es que hablamos de una filosofía que busca explicar, por medio de una serie de bases, la espiritualidad, por lo tanto no se puede decir que haya una verdad final, por el contrario, es posible afirmar que un sistema muy elástico que se va definiendo y redefiniendo diariamente. Sin embargo, esto no quiere decir que cualquier cosa este permitido o que podamos catalogar como de Izquierda o Siniestro cualquier elemento o práctica que consideremos o veamos como “oscura.”

Originariamente el término “Sendero de la Mano Izquierda” formó parte del Vamachara, una tradición tantrica de oriente. La teosofía, en especial Helena Blavatsky fue que tras viajar a la India e investigar algunas prácticas, asocio las misma a lo oscuro, a una suerte de corrupción espiritual, creando una dicotomía dentro de occidente entre el Sendero de la Mano Derecha, es decir el trabajo recto y correcto espiritualmente, y el Sendero de la Mano Izquierda, el trabajo oscuro y por lo tanto maléfico. Esta idea proliferó hasta más o menos los años 60 en donde Anton Szandor LaVey decide crear su propio sistema mágico-filosófico-espiritual conocido como Satanismo. No me voy a meter en analizar el proceso histórico de este movimiento, porque no es la intención de este ensayo, pero vale la pena aclarar que fue gracias a Lavey que la visión de este dualismo maniquista del Bien Absoluto contra el Mal Absoluto comienza a cambiar.

Desde los años 60 hasta nuestros días muchas cosas son las que se han transformado, nuevas formas de ver la espiritualidad siniestra, nuevas corrientes han surgido, nuevas interpretaciones y formas de trabajar y entender las cosas. En los años 70 se crea el Temple of Set, un nuevo grupo salido de la Church of Satan en el que no solo entienden que el Príncipe de la Oscuridad no es Satán, y lo reemplazan por el Diosa Egipcio Set, sino que transforman el ateísmo propio de las enseñanzas de Lavey en un sistema teísta, en el que reconocen que el mundo espiritual y sus moradores está más allá de la mente del hombre, y se le da veracidad a un principio espiritual independiente. Podemos decir que en occidente se forma de modo organizado las primeras órdenes públicas que plantean un sistema espiritual basado en el Adversario. En los años 80 se funda Dragon Rouge, una orden mágica que viene a traer a la luz todo un sistema mágico espiritual basado en la figura del Dragón, la Serpiente y el Caos Primordial como fuente de toda existencia. Aquí comienza a tomar forma la magia draconiana y perdura hasta nuestros días. En los 90 Michael W. Ford hace lo propio con su Luciferismo, un sistema mágico-iniciático que sincretiza la idea del Adversario de diversas culturas, integra la magia ceremonial de un modo respetuoso a estas fuerzas y tiene como propósito la libertad del hombre y su apoteosis o auto-deificación.

Muchas son las cosas que han sucedido en medio de todo esto, muchos grupos de estudio, ordenes, y círculo mágicos se han formado, muchos han durado un tiempo y luego han desaparecido por completo y otros tantos han perdurado. Sin embargo, la espiritualidad siniestra es un camino individual y solitario, no es una cosa de masa, ni de grupo. Esto es una de las cosas más complejas de entender para las personas que están dando sus primeros pasos. Esto tiene una explicación simple, las personas habitualmente necesitan que les digan lo que hacer y pensar, el ser humano es “naturalmente” dependiente, siempre hay una figura de autoridad a la que debemos obedecer, tenemos a la sociedad y sus buenas costumbres, al estado, el gobierno, la familia, la religión, etc.

Cuando nos adentramos en un camino que nos dice: “puedes ser libre, puedes ser el dios de tu propio universo” las personas simplemente no saben qué hacer con tanta libertad, así van corriendo a que alguien les diga cómo hacer las cosas, como comportarse, que está bien y que está mal. Este es uno de los primeros errores en los que las personas caen.

Para ir un paso más en profundidad, debemos comprender que nos propone filosóficamente el Sendero Siniestro. Lo primero es el antinomianismo, esto sería un acto de rebeldía contra las normativas espirituales impuestas por las religiones imperantes, pero no solo, porque este mismo principio se aplica a cualquier sistema u orden que por medio de grados artificiales y auto-creados, buscan decirle a sus discípulos/miembros como se tienen que compartir, en que creer o actuar. También se busca romper con las bases morales establecidas por la sociedad, aquí tenemos que hacer una pausa y ser lógicos, romper con las normas morales, no quiere decir volvernos delincuentes o realizar actos vandálicos, tener discursos de odios, etc. Los actos tienen consecuencias, y seguramente un acto estúpido te llevará a que pagues por el mismo, entonces, antes de hacer algo que podría ser ilegal debes de pensar bien. A su vez, la transgresión que buscamos es algo personal, no algo colectiva, la idea es que mediante un acto transgresivo podemos liberarnos de elementos que nos encadenan. Por ejemplo, una persona muy púdica con su cuerpo podría ir a una playa nudista, quizás para el nudista esto no tendría valor alguno pero para alguien con vergüenza puede ser un enorme cambio para su psique. Un puritano podría participar de una orgía, alguien con miedo a las alturas podría encontrar liberación haciendo un salto bungee, una persona con bases muy católicas podría participar en una misa negra, y así sucesivamente. Lo que es seguro es que para cada uno será algo diferente y único.

El segundo punto es la búsqueda de la auto-deificación, para quienes seguimos un camino mágico y auto-iniciático, esto es un poco más complejo que simplemente levantarnos un día, mirarnos a un espejo y decir: “soy mi propio dios.” Sí bien esto es una postura aceptada por parte de quienes sigan una filosofía más bien nihilista, no será lo mismo para quienes sigan un camino teísta. Pero más allá de los métodos y las formas, lo que el Sendero nos dice es que en el hombre reside una chispa divina, que si somos capaces de encenderla, podemos despertar todo nuestro potencial y así volvernos más que simples hombres. Esto ha dado paso a una gran cantidad de controversias y malos entendidos. En mi experiencias, esto lo podemos dividir en dos partes, una tiene que ver con una cuestión puramente mental y filosófica, para ser más claros, yo como el dios de mi universo no me postro ante nadie, y ese nadie incluye el mundo espiritual. Luego hay todo un aspecto mágico, muy subjetivo, con una enorme carga de experiencia personal que si se lo lleva de modo equilibrado, puede ser algo maravilloso y sino pues se cae en la megalomanía, algo mucho más frecuente de lo que podemos pensar. La palabra clave aquí es equilibrio.

Algo no menos importante, quizás diría que es uno de los puntos que más define este sendero, es que no se busca la unión con Dios, el Absoluto, el Universo, o la Nada. A diferencia de la Vía Sacra, que el objetivo es restablecer una suerte de Orden Divino, en donde el practicante sigue un camino ascendente que lo lleva desde la materia hasta la esencia de la totalidad manifiesta, el viajero de la Vía Sinistra hace un camino en espiral, es un viaje introspectivo hacia su propia oscuridad interior, confronta y abraza su Sombra, lo que lo empodera y libera. Al final, su conciencia permanece intacta y no es devorada como podría pasar en caminos como el Budismo y su Nirvana. Claro que acá estamos hablando de elementos que no se pueden probar, una vez más entra en juego la subjetividad y las creencias personales de cada uno.

Además de los puntos antes mencionados, el Sendero Siniestro hace un fuerte hincapié a que no existe un sistema moral a seguir, como individuos debemos ser capaces de crear nuestro propio sistema de ética personal, otro elemento que siempre da pie a controversias. Pero la realidad es que basarnos en lo que otros consideran moral o ético, sería seguir el juego de reglas de otros, algo que nos coarta la idea de individualidad.

Pero también entra en juego la idea de auto-responsabilidad, de los actos salen consecuencias, esto no es Karma, no es una ley divina, es pura lógica. Cuando hablamos de consecuencia no necesariamente hablamos de un efecto castigo, hablamos de la repercusión del acto sobre nuestra vida o la vida del otro. Lo maravilloso de esta filosofía es que no hay excusas, no le podemos echar la culpa al Diablo, o al Demiurgo, nosotros somos los responsables por lo que tenemos, por lo que hacemos y hacia dónde vamos.

Por todas estas razones, seguir una espiritualidad siniestra es mucho más que el simple hecho de realizar rituales con tal o cual entidad que puede ser vista como “oscura” o evocar a tal o cual demonio. Todo esto son elementos accesorios a quienes seguimos un camino mágico. La espiritualidad siniestra requiere de madurez, comprensión, salir de los dogmas, ser auto-responsable, ser los señores de nuestros universos personales, comprender que no hay un Bien Absoluto ni un Mal Absoluto. Es por todo esto que este es un camino para algunos pocos, no para muchos.

Si sientes el llamado de Oscuridad, lo primero que te recomiendo es que leas mucho, que te informes, pero que comprendas que aquí nada es como parece, no es como las películas, no habrá un demonio que te lo dará todo, el poder es personal y es algo que se va ganando a medida que vamos avanzando, esto requiere estudio, esfuerzo, entrenamiento diario. No compres la verdad de nadie, cuestiona todo, y solo da por valido aquello que tenga un impacto real en tu vida. No caigas en el dogma, ni ajeno ni propio, pero tampoco en el facilismo que trae las doctrinas maniqueistas, el Bien y el Mal son solo ideas humanas, no hay una guerra cósmica ni bandos que se están debatiendo para obtener tu alma. Se responsable con tus actos y sus consecuencias, aprender a guarda silencio, tu magia y tu espiritualidad no es del interés del mundo, a nadie le importa lo que tú hagas, esto te evitará muchos problemas, comparte con aquello que en verdad tengan ganas de escuchar lo que tienes para decir, pero no quieras ser el salvador de nadie, aquí no venimos a iluminar la existencia del otro, venimos a re descubrir nuestro potencial divino y volvernos los soberanos de nuestros propios universos.

Saludos y gracias por leer.

¡In Nomine Draconis!
¡In Nomine Nox!

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