Quien sabe de dolor, todo lo sabe
Dante Alighieri
El spanking hardcore es un tipo de spanking de más impacto, en el que se usan instrumentos muchos más severos que los utilizados en las sesiones de spanking tradicional. También se denomina sesiones de impacto o de azotes. Se trata de una práctica sadomasoquista, es decir, en la que se busca provocar dolor real, al contrario que en las sesiones de spanking tradicional.
La dinámica de estas sesiones es que el spanker, o Dom, golpea de forma repetida al spankee, o sumiso, utilizando una serie de instrumentos de impacto e inmovilizadores. Estas sesiones suelen ser de una gran intensidad y de larga duración.
Los resultados de estas sesiones suelen dejar marcas e incluso lesiones de varios días. Igualmente, el Dom puede introducir otro tipo de prácticas, que no sean de impacto, dentro de la sesión.
El Dom que realice esta práctica debe ser experimentado y saber manejar bien los instrumentos que vaya a introducir. Así que, si no sabes manipular los instrumentos de impacto, no lo hagas. El objetivo es causar el máximo dolor con la mínima lesión posible. Asimismo, es necesario que se pacte la palabra de seguridad y que se adopten medidas para evitar accidentes o situaciones indeseadas.
Ojo, no es recomendable el uso de mordazas. El spanking hardcore incluye la inmovilización del sumiso. Si se usa una mordaza, estará indefenso para pronunciar la palabra de seguridad. La comunicación en esta práctica es fundamental.
Previamente a la sesión, es aconsejable asegurarnos de que las cuerdas o el instrumento que inmovilice al sumiso no le haga daño ni le corte la circulación. El sumiso así lo tendrá que constatar. Es importante que le preguntemos constantemente y que éste nos dé también un continuo feedback.
Por otro lado, el sumiso que acepte esta práctica debe tener una gran confianza con su Dom, ya que va a estar a su total merced. JAMÁS practiquéis spanking hardcore con alguien en quien no confiéis plenamente o con un desconocido. Esto es una conducta muy irresponsable, ya que os exponéis a la posibilidad de ser dañados gravemente o, en el peor de los casos, torturados hasta la muerte.
Esta práctica desde ser pactada de antemano a través de un consenso (si es por escrito, mejor) y fijar qué tipo de maniobra se permite y cual no. Como se ha comentado, la palabra de seguridad es de máxima importancia.
La intensidad de las sesiones va a depender de:
-La zona del impacto.
-El instrumento utilizado para el impacto.
-El material con el que está hecho el instrumento.
-La fuerza del impacto, que a su vez depende de la velocidad con que se golpea y el peso del instrumento.
Es frecuente que, para los iniciados, esta práctica parezca sencilla y poco dinámica, porque, total, solo hay que azotar más o menos fuerte al sumiso. Error. Se trata de una práctica con una gran gama de posibilidades a la que se le puede sacar bastante partido. Pero, para ello, debes ser un diestro verdugo y saber esgrimir cada uno de los instrumentos hábilmente. Cuando logres esto, las posibilidades de una sesión serán múltiples.