Lilith y otros Mitos Bíblicos: sus Implicaciones en la Sociedad desde una perspectiva Jungiana

Lilith

Por: Sange Shi

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Por su interés para el Sendero Siniestro y para la Antropología, en este artículo, como ya introduje en mi libro Psychoanthropologica Lilith, analizaré de forma breve y sencilla los puntos generales del Mito de Lilith, de la Caída y el de Caín y Abel, empleando los conceptos psicológicos de la teoría de Carl Jung. A partir de ahí, voy a hablar de dos temas principales que son el machismo y el racismo, que tienen algo que ver con el mecanismo de la Proyección de la Sombra.

En primer lugar, comenzando por la Historia de Lilith, debemos identificar algunos elementos esenciales. Lilith, por su parte, representa a la Sombra Integrada, mientras que Adán representa al Ego. Es importante distinguir la Sombra Integrada de la Sombra Liberada, ya que la primera sería la que permite la “Iluminación” y la segunda no aporta nada positivo; es tan absurdo dejarse dominar plenamente por la Luz como por la Oscuridad. Yhwh, en general, tanto en este mito como en otros, podemos decir que representa a la Sociedad o los Valores Aceptados de forma Egoica.

En la historia, lo que vemos es que Lilith tenía una sexualidad natural. Ella aceptaba tanto su lado oscuro como su lado luminoso, tanto en el sexo como en todo lo demás. Sin embargo, Yhwh (la Sociedad) —sin entrar en mucho detalle— había decretado que el sexo debía servir solo para la procreación. Adán aceptó a Lilith como igual durante un tiempo. Sin embargo, la mentalidad de Yhwh acabó convenciéndole y modificando su Ego. Adán rechazó su Sombra (su libertad individual, su libertad sexual y su feminidad) porque quería ser aceptado socialmente. Según el modelo social (Yhwh), eso que Adán había reprimido y rechazado era negativo. De este modo, Adán comenzó a proyectar su rabia interna en Lilith, exagerando sus defectos y llegando a odiarla —es altamente común que lo que amamos, odiamos y tememos sean exactamente la misma cosa. De este modo, mientras tenían sexo, Adán proyectó su agresividad y su odio hacia sí mismo en Lilith —llegando o no a violarla, según lo que cada uno quiera interpretar. Lilith, por su puesto, era consciente de todo esto y no tuvo más remedio que irse del Edén para poder seguir haciendo su propia Voluntad.

Más tarde llegó Eva, que representa la Sombra Reprimida, una Cáscara (Máscara) Egoica vacía y falsa, con el único fin de contentar a Adán y, en última instancia, a Yhwh (la Sociedad). En este caso, el Árbol del Conocimiento y la Serpiente son símbolos que representan a la Diosa. La Serpiente es Instinto —que habla al oído de la Sombra Reprimida—, y el Árbol es la Re-Integración de la Sombra —el descubrimiento de la Verdad sobre la Sociedad. Tanto la Serpiente como el Árbol representan a Lilith como ejemplo y vía del descubrimiento de esa Verdad. Eva, en su esclavitud, acabó sucumbiendo a su naturaleza —cosa, por otro lado, inevitable— y dio escape a su sexualidad reprimida —seguramente masturbándose a solas. Tras descubrirse, Eva comenzó a integrar su Sombra y le recordó a Adán una forma natural de darse placer. Ambos acabaron sucumbiendo a los encantos de Lilith. Sin embargo, Yhwh (la Sociedad) los descubrió y los regañó como un padre a sus hijos pequeños que acaban de descubrir lo que es el sexo. Adán, que tenía miedo de ser rechazado por su padre y por la sociedad, culpó a Eva. Yhwh, por supuesto, descubrió que Lilith (el Instinto) estaba detrás de todo y castigó a sus hijos como si hubieran cometido un crimen —acentuando el rechazo a la mujer como artífice del placer en este caso—, lo que demuestra el fuerte Tabú presente en la Sociedad en referencia al Sexo.

En base a esto, voy a comentar algo sobre la Misoginia y la Misandria. El Machismo, según los estudios de la psicología Jungiana, tiene mucho que ver con esto que acabamos de analizar. Los hombres, por desgracia, se ven sometidos a una presión social y a una educación que les induce a rechazar su parte femenina, reprimiéndola en la Sombra. Al mismo tiempo, otras características como la “debilidad” y la emocionalidad, son repudiadas en el Hombre Egoico y también acaban tirándose al cubo de la basura de la Sombra. Como ingrediente final, tenemos el Tabú hacia sexo que existe generalizado en el mundo, que hace que el impulso sexual acabe en la Sombra. Todo esto, según mi parecer, tiene mucho que ver con el Puritanismo que muchas madres presentan hacia sus hijos —lo cual, no es más que un elemento más de la Cultura Puritana Décadent del mundo.

Los hombres, por tanto, acaban mezclando todo esto en su Sombra, y aquello que aman acaba convirtiéndose en lo que odian y temen. El odio hacia la represión que han sufrido, acaban proyectándola en las mujeres, y concretamente en la mujeres que se ajustan más a su modelo del Ánima. El maltrato a las mujeres es en parte el resultado de esto. Cuando un hombre dice que las mujeres son tontas, es precisamente porque piensa que él mismo es tonto. Cuando un hombre pega a una mujer, lo que quiere es pegarse a sí mismo. El hombre machista sabe que es tonto y que no puede conseguir lo que desea, porque tiene miedo al rechazo —un rechazo que le recuerde la represión que sufrió por culpa de su madre o de la sociedad. De este modo, los hombres —ya sea a propósito o no— han esclavizado y odiado a las mujeres, porque no han sido capaces de asimilar el verdadero problema. Para controlar lo que temen —que una mujer les excite y no obtener una recompensa—, lo han encarcelado.

En sentido contrario, la Misandria funciona de forma similar. Las mujeres, al ver lo desagradable del comportamiento de los hombres machistas, han asumido que todo lo que se parezca a un hombre machista —y por ende, a un hombre— es “malo” y debe ser rechazado. Por tanto, las mujeres arrojan a su Sombra cosas como su masculinidad, su racionalidad, su asertividad, etc. No es de extrañar, por tanto, que haya tantas mujeres en el mundo con problemas de autoestima y depresión. Las mujeres mezclan todo esto con su odio y luego se lo arrojan a los hombres, sin tener en cuenta que no todos los hombres son machistas. De este modo, se genera el modelo Décadent que tenemos en la sociedad actual, donde los hombres son “los que mandan” de cara al púbico y donde las mujeres son “las que mandan” en la casa. Porque, seamos honestos, ya sea por la educación podrida que nos inculcan o por factores biológicos, una mujer con dos dedos de frente —y tampoco sin tener que pensarlo mucho— puede tener a un hombre de estos besándole los zapatos con solo echarle una mirada sugerente. Las miradas insinuantes son un Mecanismo Biológico surgido a través de millones de años de evolución, al igual que los gestos corporales y las feromonas, y es algo que siempre va a estar presente. Sin embargo, en una sociedad Décadent donde estas cosas no se enseñan en los colegios, cualquier cosa mínimamente sexual o erótica puede acabar siendo utilizada para potenciar estos mecanismos de Proyección y de ridiculez humana de los que estamos hablando. Por ello, lo primero que hay que hacer es concienciarse de que los hombres y las mujeres no somos enemigos, sino que estamos atrapados en un vórtice de odio y rechazo hacia nosotros mismos, y que la única manera de pararlo es Integrando nuestra Sombra y comprendiendo que estos Mecanismos Biológicos eróticos existen y son, en cierta medida, incontrolables. Y no debemos olvidar quién es el verdadero enemigo: las élites que perpetúan el modelo de la Sociedad Décadent.

Ahora pasemos al caso de Caín y Abel. De este mito, lo que me interesa realmente es la interpretación que algunos hicieron de la Marca de Caín. Según dice la historia, “el rostro de Caín se ensombreció”, pero esto no nos dice mucho. Puede hacer referencia a que después de matar a su hermano, Caín se convirtió en un Muerto Viviente (un Vampiro, el Señor de la Muerte, etc), en un engendro o en un asesino en serie. Sin embargo, algunos no tardaron en decir que Caín se “ensombreció” porque se volvió negro; es decir, que según esta visión los negros son el “Mal”, asesinos y violadores. Esto, por supuesto, no es más que otro tipo de Proyección. Tanto el caso del Racismo, como el Machismo o el Enfrentamiento Político son —al menos en parte— fenómenos de Proyección llamados de Creación de Enemigos. En este caso hablamos de los negros, pero podríamos hablar de los palestinos, de los ucranianos “homosexuales-neonazis-drogadictos”, de los mejicanos o de cualquier grupo racial del planeta que sufra la xenofobia. La Creación de Enemigos es un mecanismo que fomenta la unión de los individuos de un grupo concreto; todos unidos contra un enemigo común. Por ejemplo: los Comunistas son el enemigo de los Estadounidenses, los judíos eran los enemigos de los Alemanes (en la Alemania Nazi), los de Derechas son enemigos de los de Izquierdas, y así hasta el infinito. Un grupo social se une y se fortalece cuando Proyecta todo su odio colectivo en un objeto concreto. En este caso, pueden ser personas que tienen un color de piel diferente o algún otro factor sociocultural o socioeconómico. Sin embargo, esto no tiene ningún fundamento lógico ni biológico ni de ningún tipo.

Además de en el Mito de Caín y Abel y en muchos aspectos de la sociedad y la cultura,  podemos encontrar otro ejemplo en el Liber Lilith. En este Grimorio tan controvertido —por no decir cosas peores—, podemos encontrar una representación de la Reina del Sitra-Ahra a la que llaman “Lilith la Negra”, que representa a la manifestación de la Sombra Liberada y la “Maldad”. “Lilith la Negra” representa la podredumbre de la humanidad —o la podredumbre interna del sujeto que escribió el libro, diría yo. El tal Solón de Alejandría proyectó su represión en Lilith, y por eso la veía de esa forma tan distorsionada. Hay quien dice que no fue Solón, sino Steiger —que era un misógino y un racista; un Nazi, en resumen— el que modificó el Grimorio al traducirlo al Alemán. En cualquier caso, estamos ante una Proyección Negativa de las tendencias —sobre todo sexuales— de una persona y no ante la verdadera forma de Lilith.

Todo esto me lleva a argumentar algo en contra del racismo. A diferencia de lo que pretenden algunos xenófobos, la biología no apoya el concepto de raza, ni en humanos ni en otros animales. Los científicos de la Antropología Clásica del Siglo XIX —cuando casi todos los blancos eran racistas— pretendieron crear unas clasificaciones para las “razas humanas” en base a investigaciones poco sustentadas, por decirlo fino. A partir del Siglo XX y de los estudios de ADN, ahora sabemos que las razas no existen. En la piel tenemos unas células llamadas melanocitos, que tienen unos compartimentos llamados melanosomas, donde finalmente se almacena la melanina (el pigmento que da color a la piel). ¿Y qué es lo que ocurre? Pues que cada persona tiene un número diferente de melanocitos, con un número diferente de melanosomas dentro y con una concentración de melanina diferente en cada uno de los melanosomas. En resumen, que cada persona del planeta tiene, técnicamente, un tono de piel diferente. Lo que ocurre es que dependiendo de la intensidad de la luz solar recibida en un lugar geográfico concreto, las personas tienen más o menos melanina debido a adaptaciones evolutivas. Como en África hace más sol, pues la gente tiene la piel más oscura, y viceversa. Esto es lo que se llama una “Característica Continua”, que va en función de un gradiente —según los estudios, la melanina en la piel va disminuyendo gradualmente desde las zonas con más sol a las de menos sol. Sin embargo, los científicos del Siglo XIX pretendían que fuese una “Característica Discreta”; es decir, que según ellos el color de la piel se separaba en grupos cerrados —blancos, negros, amarillos, rojos—, lo cual es falso.

Por último, aunque no lo he adelantado al principio, me gustaría hacer un breve comentario sobre la Madre de Abortos. Este nombre viene, claramente, de la antigua concepción de que Lilith mataba a los bebés. Como bien sabemos, esto no tiene mucho sentido, ya que Lilith siempre ha sido la Matrona de las mujeres y de todo aquel que quiera expresar su naturaleza. Sin embargo, recordemos que al ser rechazada por la Sociedad, Lilith fue castigada con la muerte de miles de sus hijos diariamente. Esto es otra Proyección. Al mismo tiempo que Eva fue castigada con los dolores de la menstruación y con el dolor de tener hijos, Lilith fue castigada con la pérdida de sus hijos. Lilith y Eva son dos caras de la misma moneda, aunque no tan diferentes como nos las pintan, y en resumidas cuentas son representaciones de dos papeles diferentes de la Mujer. Si sabemos que algunos hombres —a causa de la represión social o religiosa— proyectan su odio en las mujeres como hemos visto en el Mito, entonces podemos pensar que finalmente la Sociedad expresa su odio repudiando la menstruación y la capacidad de tener hijos. Esto es una paradoja causada por este Puritanismo Décadent en el que vivimos. Al mismo tiempo se fomenta que las mujeres tengan hijos; y sin embargo, se considera algo impuro por que sale de su órgano sexual. Se recuerda a las mujeres —en el Mito, a Lilith— que pueden perder a sus hijos, y usualmente se les dice que los hijos son una “obra” del padre y no de la madre. Y si el bebé se muere, la culpa es de la mujer por ser impura. Aparte de esto, también podemos pensar que se trata de un odio expresado hacia la capacidad de dar o quitar vida en general, ya que las mujeres pueden decidir tener hijos o pueden decidir abortarlos.

Lilith es la Madre de Abortos, porque puede tener sexo reproductivo y no reproductivo si le place, y además pude abortar si se queda embarazada sin querer. Es decir, que Lilith, entre otras cosas, es un símbolo de la defensa del Derecho al Aborto —algo que los hombres y las mujeres víctimas del Puritanismo Décadent repudian, proyectando su odio hacia sí mismos debido a su auto-represión, porque pretenden imponer a los demás sin ningún derecho lo que se imponen a sí mismos.

Para resumir, desde el Sendero Siniestro y desde el Lillaismo (la Anti-Religión y Filosofía Práctica que trabajo en mis libros) defendemos la igualdad entre mujeres y hombres (y cualquier otra persona con otros géneros o sexos), la igualdad entre las “razas” y el Derecho al Aborto.

¡Salve a la Igualdad! ¡Salve al Sexo! ¡Salve a la heterogeneidad humana! ¡Salve al Aborto! ¡Salve Lilith!

Sangue Shi es creador y escritor del universo de fantasía y ciencia ficción Alpha&Omega. Es Autor/Traductor/Editor de todos los libros de Sangue Shi Ediciones, entre ellos los pertenecientes a Alpha&Omega (como “Akame”) e historias de género sobrenatural-terror como “La Tejedora del Velo Negro.” También es autor de libros de filosofía, crítica moral, antropología, feminismo, religiones y misticismo.
Estudió Ciencias Ambientales (UAM) y es Máster en Antropología Física (UAM, UCM y UAH). Asimismo, está titulado como Experto en InDesign. Actualmente trabaja como Escritor, Editor y Traductor, y también como Editor-Lingüista en DeepL.

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