Decidir, v. t. Sucumbir a la preponderancia de un grupo de influencias sobre otro grupo de influencias.
“El diccionario del Diablo”, Ambrose Bierce
Cuando el hombre llegó a su nuevo hogar, descubrió que allí ya habitaba una rata. El hombre, sabiendo que la rata no entendía de propiedades, de sociedad humana ni de leyes, se dirigió al animal:
Este lugar me pertenece a partir de ahora, así que debes elegir entre dos opciones.
La primera opción es permanecer en esta casa. Te dejaré quedarte. Yo te cuidaré y no te dañaré. A cambio, tú me harás compañía y no me dañarás. Nunca estarás sola. Te proporcionaré alimentos deliciosos y en abundancia. No pasarás hambre. Asimismo, cuando enfermes te llevaré al veterinario, el cual te sanará y evitará tu sufrimiento y muerte. Tendrás un lugar cómodo donde poder dormir y descansar. En los inviernos no pasarás frio, y en los veranos no pasarás calor. No tendrás que preocuparte de depredadores, ni del hombre que te matará solo por el hecho de ser una rata. Yo te protegeré de ellos. Pero, por el contrario, no podrás salir afuera. No convivirás con los tuyos y renunciarás a tener amigos, compañeros y progenie. No sabrás sobre la camaradería, el amor o el sexo. No podrás correr ni moverte en el exterior libremente. No conocerás más mundo que el interior de esta casa.
La segunda opción es abandonar esta casa. Te dejaré marcharte. Saldrás afuera y no podrás volver jamás. Convivirás con los tuyos, tendrás amigos, compañeros y progenie. Sabrás sobre la camaradería, el amor y el sexo. Podrás correr y moverte libremente en el exterior. Conocerás todo el mundo que desees y que tengas curiosidad por explorar. Por el contrario, puede que no tengas quien te cuide y, posiblemente, tu tampoco a quien cuidar. Es probable que conozcas la soledad. No tendrás más alimentos que la basura. Pasarás hambre. Asimismo, cuando enfermes, sufrirás dolor y podrás morir. No tendrás un lugar cómodo donde dormir y las sucias alcantarillas serán el más frecuente de tus refugios. En los inviernos pasarás frío y, en los veranos, calor. Llevarás una vida de incesante inquietud por los depredadores en continuo acecho y por el hombre, que te matará solo por el hecho de ser una rata. Nadie te protegerá de ellos.
Tú eliges. Debes tomar una decisión.