No todo es satanismo

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Tomémonos tiempo en hablar de lo que no es Satanismo. Están los “mejor de dos males” que han optado por nombres nuevos, permitiendo a primera vista ver que se trata de diferentes filosofías. Me refiero a setianos, luciferinos, adversaristas,… Gente que aunque se alejen de los estándares del satanismo, conservan sus pantalones al decir que son corrientes diferentes: “eh, sí, discrepo, pero yo no llamo a mi forma de pensar satanismo”. En definitiva, aunque está claro no hablan de la religión registrada de la Church of Satan, esto queda aclarado por ambas partes. No hay un intento de usurpación.


Y, luego, hay también un grupo de gente que simplemente que busca confundir. Se colocan la etiqueta satanista y discrepan de varias ideas de esta filosofía. Por qué lo hacen sigue siendo un misterio para mí, pero aviso que es muy común. En el caso de habla hispana, no suele ser algo hecho desde una institución, más bien hecha por un grupo de individuos.


En los casos de que haya una organización detrás, se trata en la mayoría de los casos de una usurpación de identidad que registró la COS en el año 1966.


En el caso de individuos que se hacen llamar satanistas, y no lo son es un fenómeno completamente distinto.
¿Que ocurre aquí? Desde luego, nadie en satanismo les pide que “salgan a predicar”, y esta claro que no conocen muy bien lo que explican. Pueden esconderse bajo afirmaciones vagas como que satanismo es libertad, o que la Biblia Satánica se escribió hace años, sin especificar claramente que quieren decir, más bien para justificar sus “propias interpretaciones”.


Yo he descubierto a varios de estos individuos contradecir claramente lo codificado. Pero espera, resulta que son la parte ofendida, eres tú el que es dogmático, excluyes satanistas,… Yo lo definiría como un ataque a un sistema de estándares que en estas personas puede justificar el beneficio de presentarse así. Los beneficios pueden ser fama, respetabilidad o económicos. El robo de la imagen del satanismo genuino, uso de sus símbolos puede llevar a una cierta fama, que ya fue probada por la Church of Satan. También hay quien obtiene respetabilidad por confusión con el satanismo organizado, una estafa similar a la falsificación de marcas, esto según la versión de Church of Satan, puede ocurrir con The Satánic Temple, o los de habla hispana conoceréis la “Iglesia de Satán” (con nombre es español). El caso económico encuentra el caso más paradigmático en el cobro por trabajos mágicos, donde presuntos “satanistas” ofrecen pactos con el Diablo, trabajos de amor llamados amarres.


Además de beneficiarse de esta estafa, no debemos despreciar tampoco el efecto negativo para auténticos satanistas. Y es por eso que yo levanto esa liebre.


De hecho, recibo reacciones en mi las redes sociales al respecto de que pocos son los auténticos satanistas. En efecto son pocos los que muestran esta faceta en redes sociales. No es de extrañar. Los compañeros que tienen información sobre satanismo en sus redes reciben muchísimos mensajes agresivos y acoso, y muchísimas peticiones improcedentes.


Muchos de las personas que están en el caso de “marca de imitación” acaban usando el material de otros. Yo he podido recibir como feedback material que había creado yo mismo. La explicación de que yo reciba un pdf o escrito escrito por mi es sencilla: alguien lo publicó o envío. Incluso en el caso de hacerlo de forma gratuita, no es “gratuito” para mi, pues no siempre se acompaña de enlace hasta su lugar oficial o los créditos de mi persona. Y Satánicamente hablando, incumple el precepto “responsabilidad para el responsable”.


El sistema de una libertad mal entendida, y de interpretaciones que introducen todo pensamiento en Satanismo, a mi me parece caldo de cultivo de todos los comportamientos nocivos que he estado comentando. En lo particular, me veréis cerca de la defensa de estándares.


Si eres novato y navegante ten cuidado, no todo es auténtico satanismo, yo ya os he avisado.

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