La peligrosa idea del transhumanismo

transhumanismo

Transhumanismo (abreviado como H+ o h+) es un movimiento cultural e intelectual internacional que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual. Y así es definido en Wikipedia.


El término poshumanismo es utilizado, por una parte, como forma de designar las corrientes de pensamiento que aspiran a una superación del humanismo en el sentido de las ideas y las imágenes provenientes del Renacimiento clásico. Así se pretende actualizar dichas concepciones al siglo XXI implicando frecuentemente una asunción de las limitaciones de la inteligencia humana.


Aunque según Nick Bostrom, impulsos transcendentalistas de esta índole se han expresado al menos desde la misma búsqueda de la inmortalidad en el Poema de Gilgamesh, así como también en las misiones históricas de la fuente de la juventud, el elixir de la vida, y otros esfuerzos de querer vencer al envejecimiento y la muerte, el biólogo Julián Huxley es generalmente considerado como quien acuñó el término, en un artículo escrito en 1957.


Uno de los primeros precursores de las ideas transhumanistas está en el Discurso del método (1637) de René Descartes, en donde Descartes imaginó un tipo de medicina que podría otorgar tanto inmortalidad física como mentes más fuertes. Y a partir de ahí, hay una larga lista de difusores de las ideas transhumanistas. William Godwin, Max More, Stefan Lorenz Sorgner, Nikolai Fyodorovich Fyodorov, y otros influyeron en el moderno transhumanismo.

El Transhumanismo identificable de forma clara, surge en la segunda mitad del siglo XX. En 1972, Robert Ettinger contribuyó al concepto de “transhumanidad” en su libro Man into Superman.


Los primeros autodenominados transhumanistas se reunieron formalmente a principios de 1980 en la Universidad de California en Los Ángeles, que se convirtió en el centro principal del pensamiento transhumanista. Allí, FM-2030 dio clases sobre sus ideas futuristas. En el local del EZTV, frecuentado por transhumanistas y otros futuristas, Natasha Vita-More presentó Breaking Away, su película experimental de 1980, que trata de la destrucción de las limitaciones biológicas.


En 2017, el Penn State University Press, en cooperación con el filósofo Stefan Lorenz Sorgner y el sociólogo James Hughes, estableció el Journal of Posthuman Studies como la primera revista académica dedicada explícitamente al posthumanismo, con el objetivo de aclarar las nociones de posthumanismo y transhumanismo, así como comparar y contrastar ambos.


Para muchas personas, es muy atractiva la idea de trascender algunas limitaciones humanas, o la desaparición del dolor de nuestras vidas. En cambio algunas otras se han opuesto, proponiendo críticas a esta idea. He llegado a leer que el transhumanismo era una idea peligrosa, como ocurre con el satanismo.


Una primera crítica nos dice que el humano implementado con estas tecnologías podría perder algo de su humanidad. El caso más paradigmático sería la modificación de su envoltura. Considero que la implantación de hardware en el ser humano, o el uso de terapias génicas, no tendría efecto sobre nuestra humanidad, ¿acaso el drástico cambio de perder un miembro te hace menos humano? Aunque la enfermedad que acompaña la modificación viene descrita en obras como el videojuego Cyberpunk 2077, o en el film Johny Mnemonic, lo cierto es que sólo es un recurso dramático que no tiene base en el uso de las tecnologías disponibles. Nada de eso se ha dado en la actualidad.
Algunas otras críticas vienen enfocadas al concepto mismo de Transhumanismo, aludiendo que hoy en día cualquier cosa es considerada transhumanismo, y que si todo lo es, de alguna manera, no alude a nada. Es una mala interpretación de lo que se entiende como transhumano. El transhumano es voluntario y consciente de los cambios, es decir que lo elige. Transforma su condición por medio de gran cantidad de tecnologías que incluyen, pero no son todas ellas, la nanotecnología es la manipulación de la materia a escala nanométrica; la tecnología de la información (TI) es la aplicación de ordenadores y equipos de telecomunicación para almacenar, recuperar, transmitir y manipular datos, con frecuencia utilizado en el contexto de los negocios u otras empresas. (El término se utiliza como sinónimo para los computadores y las redes de computadoras, pero también abarca otras tecnologías de distribución de información, tales como la televisión y los teléfonos); la edición genética, los cambios en el ADN, que permitirán la desaparición de un gran número de enfermedades que tienen su origen en él. Y como digo otras.

Además es un error pensar que el movimiento transhumanista es sólo una aplicación médica y tecnológica, de forma paralela los transhumanista han teorizado sobre las mejores soluciones políticas para el uso de estos descubrimientos y está “nueva humanidad”. De esa manera se quiere anticipar el problema de la aplicación de estas numerosas tecnologías. ¿Cúal será el límite de esos cambios? ¿Quién pagará estos cambios? ¿Será algo exclusivo de los grandes capitalistas?

También querría hablar sobre la denunciada falta de avances en este movimiento. Es otra crítica refutable. La tecnología CRISPR está permitiendo ya en la actualidad la politransgenia en una lo bastante similar al ser humano, el cerdo, así que podemos anticipar un salto en el tratamiento de problemas genéticos y los trasplantes de órganos en los próximos años, a medio plazo, se ha anticipado en pocas décadas la aparición de una inteligencia artificial que recursivamente creará nuevas máquinas más eficientes.

No habrá que esperar mucho para que esta idea cambie nuestras expectativas sobre el mundo que vivimos.

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