El pacto satánico, del que tanto se habla. Típicamente el Señor de las Tinieblas, o en ocasiones un demonio menor (hay un gran número de ellos a elegir en Goecia) es convocado para aceptar un sacrificio de algún tipo, a menudo el alma del solicitante, a cambio de los más variados dones: puede ser fama, bienes materiales o la solución de una situación personal desfavorable.
Es algo muy solicitado para los que hemos cometido, con descaro, el aparecer en redes sociales como satanistas, con nuestras insignias a la vista de todos. No falta casi nunca ese mensaje, en el que un aficionado a nuestras redes nos pide una formal para “hacer el pacto”.
Desde el punto de vista satanistas, a la luz de lo expuesto por el Dr. Anton Lavey, se trata de una invención de origen cristiano. Los cristianos creyeron, si no lo hacen hoy en día, que los satanistas realizaban este intercambio con demonios para conseguir su éxito en la vida. La mayoría de Satanistas, en realidad, le aconsejarán al “suplicante” que trabajé para mejorar su situación: si es un músico, perfeccione la técnica; si busca dinero, consiga un mejor trabajo y cuide de sus finanzas; si busca el amor, mejore sus habilidades relacionales…
Además de que es un consejo bastante bueno, y responde a la idea de conseguir ser merecedor y responsable de lo que es de uno, los demandantes de estos servicios no siempre escuchan el consejo.
Incapaces de asumir la responsabilidad de cada uno sobre nuestras propias vidas, muchos de ellos continúan en su búsqueda de este. La mayoría asumiendo que Satán y sus demonios son una entidad personal y muy real.
En ese camino a menudo encuentran también alguien que les asegurará realizar esa “magia” por una (a veces nada pequeña cantidad de dinero. Hay legiones de vulgares estafadores que te cobrarán felices sin hacer nada.
Tengo que dejar claro que este rito no es oficial en ninguna organización satánica conocida. Aún así algunos satanistas han sugerido que alguien con esta necesidad debería hacer algún tipo de “compromiso con uno mismo”. Esta idea, que si parece compatible con una postura atea, podría serle de más utilidad,sin duda.
Si tomas esta determinación, la que, si tienes esa necesidad, puedes incluir en un ritual, hay algunas advertencias que te pueden ser útiles.
Haz un esbozo de tus peticiones, y luego vuelve a transcribir lo después de procesarlo, incluso más de una vez. El folclore está lleno de historias que reflejan la importancia de la letra pequeña de este tipo de trabajos, y en este caso el mito nos avisa del peligro de la interpretación literal.
Debes definir con claridad lo que te pides. No basta decir “fama” pues es algo que han tenido muchas personas en el circo televisivo o las redes sociales, solo para provocar carcajadas en sus múltiples seguidores.
Ten claro tu parte a seguir. Por lo general, el objetivo puede requerir de etapas intermedias. Y no rechaces un ingreso de 10000, porque pedistes 100000. Lo mismo aplica a la fama, rechazando eventos que te parecen mediocres, porque quieres tocar en un estadio.
El pacto por tanto, es entendido como un mito, algo muy lucrativo para estafadores y sin duda, raro para un Satanista. Eso sí, comprometiéndose, y quizás con alguna forma de magia para objetivos específicos, no tienes porqué abandonar tu sueño.
Créditos de la imagen de Miguel Maz Powell.