La idea de acompañar el presentarme a mí mismo con una frase motivacional es una concesión a la gigantesca industria de literatura de autoayuda, es algo que no han de esperar de mí.
En un mundo de impresiones light y fugaces, yo prefiero expresarme con un montón de palabras. Es mi forma de asegurarme que hablo para un público que cumpla mis estándares. Menos sería mearse fuera de la taza: la masa ignorante que quiere frase citas de autoayuda y espiritualidad tiene otro lugar para mí. Quizás lo discuta en otro artículo, aunque el secreto ha ido conmigo bastantes años.
Por supuesto, mis artículos tratan sobre las relaciones humanas. Me refiero a que los contenidos sí hablan de ética y política. Lo que no hacen es proselitismo. Si me lees y te identificas, bien por ti, y podemos trabajar en equipo si te interesa. Si te parecen erróneas, te verás en la elección de escribir tu propia refutación o seguir volviendo a “la comodidad de tus creencias de costumbre”.
Tratar a los demás como ellos te tratan a ti viene siendo la tónica general en satanismo. El propósito es hacer pasar un mal rato a quien te trata pobremente. Es una opción que te dará buenos resultados en el Dilema de los prisioneros, tal como se ve en teoría matemática de juegos. Además, es una cuestión que aleja la pésima situación de ponerte a merced del enemigo en la Regla de Oro cristiana, a poner la otra mejilla y otras enseñanzas que me parece idealizan todo lo malo que hay en el espectro de las relaciones humanas.
Otro ejemplo de esta forma de tratar a otros es no preocuparse por vampiros psíquicos, a veces también por ser tratado pobremente, otras por la asimetría de la relación. La cuestión es que no es una obligación quedar bien con todos. Dar asistencia a alguien que lo necesita, sí. Aguantar las manías, manipulaciones, chantajes y trampas del prójimo, no. Mi consejo es que busques relaciones productivas para ti. Aplica un factor de equilibrio. Quien tiene obtiene. El vampiro emocional busca a persona de éxito, pero es muy posible que estas no quieran su compañía. Ofrece algo positivo de ti, y serás más interesante para los otros.
Aun así, descubrirás que a muchos satanistas lo que les gusta es pasar tiempo solos. En su intimidad, disfrutan de las emociones y reflexiones de un libro o una película. Prefieren evitar el desastre natural que acompaña las corrientes de modas contemporáneas. Un exceso de información que abunda en pecados satánicos como empaquetar como nuevo lo que ya era conocido, contenidos para estúpidos y tantos otros ejemplos. Muchos no ven la televisión.
Todos tiene una personalidad, única e intransferible. Necesaria para que la sociedad funcione. Algunos lideran. Algunos conocen el arte. Otros, la naturaleza humana. Otros, las leyes de la naturaleza. Se podría deducir que el propósito no es que todos hagamos lo mismo, si no complementarnos: ese es el gran valor de asociarnos.
¿Sabéis cuál es el punto? Que, si te lees esto, en lugar de la frasecita de turno, confío un poco más en que podamos ser amigos. No hace falta que des la razón.